Ayer se publicó en el Boletín Oficial la reestructuración del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), con lo cual se oficializó la disolución de cuatro gerencias, entre ellas las más importantes para su funcionamiento, como las de fomento y fiscalización.
La resolución 62/2024 firmada por el presidente del Incaa, Carlos Pirovano, no solo desfinancia la industria cinematográfica sino que paraliza su actividad; recientemente se había dispuesto que por 90 días se suspendía todo trámite relacionado con la presentación de nuevos pedidos de subsidios y aportes (los que estaban en trámite tampoco tienen avances administrativos), pero ahora el congelamiento no tiene plazo.
Literalmente, el Incaa cerró sus puertas: desde ayer se dispensó a todo el personal, que ya no deberá presentarse a trabajar por lo que las oficinas y despachos del Instituto quedaron vacíos (la comunicación interna aclara que todos seguirán cobrando normalmente sus salarios); simultáneamente se promete una reubicación del personal y reasignación de tareas.
La nueva disposición expresa: “se procederá a trabajar para la reasignación de funciones al personal en las distintas Unidades Operativas creadas. Hasta tanto se reubique a los agentes, de acuerdo a las aptitudes técnicas y profesionales en relación a las necesidades de la nueva estructura, se comunica que a partir de la presente notificación, no deberá asistir a las dependencias del Incaa, ni se le exigirá cumplimiento de servicios”.
Las gerencias que se mantendrán serán la General, la de Asuntos Legales, la de Administración y Finanzas y la de Políticas Públicas. Esto implica que las cruciales gerencias de Fomento, de Asuntos Institucionales, de Exhibición y Audiencias y de Fiscalización de la Actividad Audiovisual queden eliminadas.
Según informaron representantes sindicales, otra de las repercusiones de las acciones en el Incaa será el cierre de las salas que dependen del organismo en todo el país; en ese sentido, las dos que funcionan en Tucumán no entrarían dentro de la estructura nacional sino que están dentro del Ente Cultural (ver “Incertidumbre”). En una primera tanda de ajuste, más de 200 empleados dejaron sus puestos.
Primeras reacciones
El viernes se realizó una nueva protesta frente a la sede oficial, en Lima 319, y también en la sala Gaumont, cuando se desarrollaba una nueva edición del Bafici (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente). Incluso el sábado se realizó un encuentro con directores participantes en la Competencia Argentina del Bafici, donde se discutió el estado actual del cine argentino. Tomás Pernich, director de “La alegría”, sostuvo: “esto no es una reforma, más bien es un desguace, no es un cambio porque no están proponiendo nada”.
La Junta Interna ATE Incaa denunció que con esas medidas desaparece la producción independiente de cine argentino, la producción de documentales y de ficciones.
Ayer los reclamos se expresaron en distintas ciudades. En la provincia hubo un “Proyectorazo” que tuvo lugar en el salón de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, organizado por Tucumán Audiovisual. Allí se pudieron ver 11 películas locales de distintos directores como “Elvira en el río Loro”, “Confin”, “Piel de gallina”, “La ausencia de Juana”, “El abrazo”, “Eureka!” y “Honrar una herencia”, entre otras, con la actividad convocada con la consigna “En defensa de la educación pública y la producción audiovisual”.
En México
Los premios Platino a la producción audiovisual iberoamericana fueron entregados en México el sábado por la noche, y la gala se convirtió en una caja de resonancia de los reclamos de los cineastas de diferentes países de la región contra la política cultural del Gobierno de Javier Milei.
Cuando el argentino Andy Chango recibió el galardón por la interpretación de Charly García en la biopic de Fito Páez, “El amor después del amor”, fue contundente. “¿Cómo explicar sólo en un minuto que se está muriendo el mundo, el cambio climático, que se está muriendo la cultura, pero que en la Argentina la están asesinando, cómo explicar el dolor, la impotencia y, a la vez, el agradecimiento?”, preguntó en forma retórica. “Esta Argentina se está yendo mucho más rápido que el planeta. La cultura que tanto amamos ya no va a existir más”, señaló.
Daniel Burman también recibió su premio, como mejor creador de serie por la segunda temporada de “Iosi, el espía arrepentido”, producción que cuenta la historia de un espía de la Policía Federal. “Quiero agradecer a tanta gente... Cuando empezamos a desarrollar este proyecto hace ocho años, contar la historia de un antisemita parecía un eco de un pasado, algo que me contaban mis abuelos. Con las cosas que están pasando, la serie se torna un reflejo muy cruel de lo que pasa. Tiene un efecto devastador para mí y a su vez tristemente feliz”, señaló el director de “El abrazo partido”.
Cuando Cecilia Roth subió al escenario a recibir el Premio Platino de Honor todos aplaudieron de pie. “Necesito decir que tenemos que cuidar nuestro cine: siempre está en peligro, en un país, en el otro. Creo que la comunidad iberoamericana es un solo cine: el que habla en español y en portugués. Es un solo cine, un solo país. Cuando uno tiene problemas, hay que estar atento y ayudarlo. No es que esté pidiendo ayuda. Estoy pidiendo que todos tengamos conciencia del lugar que ocupamos en el mundo. El español tiene que escucharse igual que otros idiomas. No siempre se escucha. En nuestro país el problema es grave porque no solamente no se escucha, sino que puede dejar de existir. Estemos atentos, resistamos”, remarcó.
En guerra
Al principio de la gala, las conductoras propusieron que un director le dijera a otro y a otra dos palabras que tendría que decir en su discurso en caso de que gane un Platino.
Juan Bayona eligió no dos sino tres palabras: libertad, cultura y Argentina. Y cuando recibió el Platino a la mejor dirección por “La sociedad de la nieve” (la gran ganadora de la noche con seis galardones), indicó que él no estaría en ese lugar “si no fuera por un libro que surge de los sobrevivientes de los Andes”. Y se solidarizó con el cine argentino, ante el aplauso generalizado.
Horas antes de la gala, Bayona había participado de la acción Cine Argentino Unido junto a actores y actrices de nuestro país. También se emitió un comunicado que, entre otros señalamientos, expresa: “El Gobierno nacional ha declarado la guerra al sector audiovisual. De forma ilegal se ha desfinanciado, desprestigiado y desactivado una institución fundamental como es el Incaa”.